La muestra Arquitecturas soberanas curada por Daniel Fischer reúne 25 fotografías digitales realizadas por Raquel Bigio en distintos soportes, casi todas composiciones de gran formato a color, otras impresas sobre vidrio y sobre piedra. A observar la serie pareciera que la artista, inspirada en fragmentos arquitectónicos, hubiera encontrado en la abstracción fotográfica una forma de expresión de su creatividad y espiritualidad. Libera así a la arquitectura de su contexto espacial para sacar su sustancia y deconstruirla en un nuevo lenguaje. En sus textos, de hecho, destaca el haber aprendido “a entrenar su ojo” para extraer de una obra mayor un fragmento que valía por sí mismo, y lo transformaba en una imagen abstracta. Con su pasión por crear, procuraba no reproducir lo obvio, sino “lanzarse como una alquimista de la cámara, en busca de la piedra filosofal”.