FULGURACIONES

José Marchi

Del 14.03 al 23.04

ACERCA
       DE

FULGURACIONES

Construcciones sonoras radiantes, energías sutiles o campos magnéticos en expansión. 

«No son los ojos los que ven, sino lo que nosotros vemos por medio de los ojos» 

Platón

I

A finales del siglo XVIII, la cantante, compositora, científica y filántropa galesa Megan Watts Hughes ejercitando su voz, descubrió accidentalmente lo que llamó figuras de voz o flores de voz.

Tras observar el fenómeno de la visualización del sonido construyó un particular y notable dispositivo de su invención, llamado eidófono. El dispositivo o instrumento producía patrones geométricos a partir de la resonancia de su voz. Las vibraciones producidas al cantar dibujaban sobre el polvo de licopodio. Figuras geométricas muy definidas y notables.

Estas imágenes, conocidas como voice-figures, o cuadros sonoros fueron compiladas en un libro publicado en 1904 como, The Eidophone; Voice Figures: Geometrical and Natural Forms Produced by Vibrations of the Human Voice.

II

No es casual entonces, que quien conozca la obra de José Marchi (1), entienda la cercanía de tales búsquedas. Por un lado, su carácter enciclopedista y amante de colocar a lo humano en el centro de todo propósito (siglo XVIII), por otro, su técnica maravillosa construida con delicadeza, elegancia y de cierta sensualidad pictórica.

Pero no menos importante, al profundizar la obra del pintor es valorar su acercamiento a las operaciones de investigación que derivan de una relación estrecha entre la luz, el sonido e instrumentación pictórica y que evolucionan en su producción como una arquitectura de cierta religiosidad radiante, que en este caso particular, Marchi decide abandonar lo figurativo (2) para alcanzar un grado máximo nerval y de estructura arbórea expansiva de alta expresión plástica.

Hoy en sala se presenta una instalación específica y una serie de trabajos y aproximaciones sutiles, de gran magnetismo. Una pintura imponente de 10 metros de largo en la sala mayor de OdA, invita a una experiencia inmersiva y mística a partir de fulgurantes trazados, y veladuras que fluyen sobre el lienzo. La pintura de carácter filamentosa de abundante efecto y transparencia, de gran densidad y con abundantes y delgadas capas de pintura traslúcida, crean un registro cromático acotado y silente cuando es atravesado por una fuente luminosa. (3)

La pieza de gran lirismo da apertura a la imaginación y a otros trabajos, al nacimiento de un estado de sueño meditativo y si vale la comparación, a experimentar cierto registro visible binaural, donde infinitas estructuras magnéticas en expansión (4) estimulan nuestros sentidos, mientras recorren y viajan en la superficie del lienzo como estructuras sedimentarias de origen fluvial parecidas al agrietamiento del origen del universo.

  • José Marchi fue ganador del Premio de Dibujo del Salón Nacional en 2013, en 2016 recibió los Premios Calderón de la Barca y Manuel Belgrano. Ha expuesto en Estados Unidos, Oaxaca, Irlanda, Bruselas, Lovaina, Berlín y es académico de número de la Academia Nacional de Bellas Artes.
  • Si bien en obras anteriores su motivo de investigación perseguía la luz cuando dibujaba o difuminaba los contornos, definía el ambiente, la atmósfera del cuadro, y matizaba los colores en una búsqueda narrativa de cierto tenebrismo fantástico, en esta serie Marchi privilegia lo pictórico por sobre lo narrativo, ensaya y convierte a la luz en un objeto central y especial, cuya aparición en el cuadro es precisamente la que permite la visión del contorno, la textura y el color dada la capacidad de concentración y dispersión de los empastes y sus posibilidades traslúcidas o de cierta translucencia.
  • Al parecer el interés del artista ahora radica en el espectro visible y como la luz activa o desactiva territorios formales cavernosos, de cierta porosidad, con cierta aireación y densidad real y aparente, creando veladuras y reverberancias de cierta sonoridad y profundidad que emergen como una partitura visible y modifican la percepción kinestésica del espectador.
  • Aquí y en la sala mayor su pintura se vuelve totalmente inmersiva, rebasando el campo de visión del espectador y por la profundidad del campo visible. «No son los ojos los que ven, sino lo que nosotros vemos por medio de los ojos»,en esta alegoría, el mito de la caverna, Platón se permite explicar la relación del mundo físico con el mundo de las ideas.

GALERIA

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